- Hasta 8.000 agentes han custodiado la ciudad durante toda la jornada
- El movimiento de 'indignados' sólo habían convocado caceroladas
- La marcha contra las tasas universitarias ha estado rodeada en todo momento
- Los Mossos han realizado identificaciones y registros en plena calle

El movimiento de 'indignados' sólo habían convocado caceroladas en
los balcones y lo único que podía alertar a las fuerzas de seguridad era
una manifestación de estudiantes universitarios contra la subida de
tasas, que finalmente se ha desarrollado de forma pacífica, tal y como
reclamaban sus organizadores. Así, contra el aumento del precio de la
matrícula, la jornada ha empezado, como de costumbre, con cortes viarios y ferroviarios en los accesos a Barcelona y los aledaños del campus de Bellaterra a primera hora.
A mediodía, la manifestación -formada 25.000 personas según los organizadores, 7.500 para la Guardia Urbana-
empezaba a recorrer las calles del centro de la ciudad defendiendo la
educación pública y vigilados de cerca por un amplio despliegue
policial. Aunque el objetivo era finalizar la marcha en el campus de la
Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), su proximidad al Hotel
Arts, centro neurálgico de las reuniones de los líderes económicos, ha
obligado a variar el recorrido, que ha puesto su punto final oficial
en el Arc de Triomf.
Un grupo, sin embargo, ha intentado acercarse a la UPF y, tras
encontrarse con una barrera policial infranqueable, ha continuado su
marcha por el centro de la ciudad. Cuando se encontraban en la Ronda de
Sant Pere, han sido rodeados por un grupo de antidisturbios que les superaban, con mucho, en número.
A empujones y marcando el paso, los agentes les han dirigido hasta
plaza Universitat, principio y fin de la manifestación. Allí, uno de los participantes en la protesta ha sido arrestado y trasladado a la comisaría de Les Corts,
donde se le ha comunicado que será denunciado en los juzgados por su
supuesta implicación en los incidentes de la huelga general del pasado
29 de marzo y le han dejado en libertad.
Rumores e identificaciones arbitrarias
Durante la tarde, los Mossos se han desplegado en zonas como Arc de Triomf y plaza Urquinaona, lugares en los que sospechaban que se podían celebrar acciones de protesta
o concentraciones. Todo eran rumores, en la calle y en las redes
sociales. Nada. Los agentes han repetido su 'modus operandi' de la
protesta del Primero de Mayo y han realizado identificaciones y cacheos arbitrarios, en su mayoría a personas jóvenes con vestimentas que parecieran, según su criterio, más sospechosas.
Los Mossos d'Esquadra también han reincidido en la vestimenta de los agentes de paisano:
ropas que pretendían asimilarlos a los manifestantes y brazalete
amarillo fluorescente que les identificaba como policías, fácil de
quitar en caso de necesidad. También entonces, el Primero de Mayo, la
jornada acabó sin incidentes.
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