El conseller de Interior, Felip Puig, ha
cargado contra los sindicatos de Mossos d'Esquadra, "más interesados en
conservar privilegios que en servir al país, más preocupados por gritar
que por resolver problemas, y más anhelosos de hacerse notar que
contribuir en resolver la crisis".
En su intervención durante el Día de las Esquadras en Barcelona, les
ha avisado de que la sociedad no entendería "actitudes de
insolidaridad" cuando todos se están apretando el cinturón por la
crisis, en referencia a las protestas del cuerpo por los recortes.
Para él, las reivindicaciones laborales son legítimas pero evitando
la irresponsabilidad social, por lo que ha pedido que no hagan
protestas que puedan dañar la institución porque nadie entendería que en
plena crisis protagonizaran protestas de "brazos caídos" o criticaran
símbolos del país al que sirven, en referencia a las consignas en
castellano.

AMENAZA DE RECENTRALIZACIÓN
Ha advertido a los agentes de las dos amenazas que debe afrontar el
cuerpo: la crisis y la conflictividad social, y la "amenaza de la
recentralización" en cuestiones de seguridad.
Aunque afirma que no hay marcha atrás, admite que aspirar a que la
Generalitat sea administración única en seguridad "en algunos momentos
será más difícil de materializar", de manera que se quejarán pero
deberán hacer un ejercicio de realismo.
Puig ha advertido de que, si alguien se enfrenta a las consecuencias
de la crisis "de manera desaforada y poco reflexiva, fracasará porque
se encontrará con un muro infranqueable, que no es el conseller de
Interior, sino la dura realidad".
Admite que los Mossos "están sometidos a fuertes tensiones, a
duplicidades corporativas e institucionales, y también al juicio
implacable e inevitable de la opinión pública", además de insuficiencias
presupuestarias y tensiones sociales crecientes.
Ha vuelto a elogiar a los Mossos como la policía que necesita
Catalunya y que "necesitará en un futuro incierto", y ha recordado que
los cuerpos fuertes se construyen en la adversidad, cuando son capaces
de superar problemas graves.
SER EXIGENTES
En su intervención, el comisario jefe de la Región Policial
Metropolitana de Barcelona, Joan Carles Molinero, ha rechazado que se
mida "con el mismo rasero" la actuación de la policía catalana y de los
vándalos durante los disturbios.
Ha admitido que cualquier sociedad democrática "ha de ser exigente"
con su policía, pero nadie puede poner en el mismo nivel el uso
legítimo de la violencia que hacen los Mossos con la violencia ejercida
por unos grupos durante las concentraciones multitudinarias.
Ante las próximas citas de la ciudad, como la cumbre del Banco
Central Europeo y el 1 de Mayo, ha opinado que estos eventos volverán a
ser "claves para mantener el equilibrio entre las legítimas exigencias
de libertad de unos y las de seguridad de otros".
Molinero ha repasado las cifras policiales y ha explicado que en el
primer trimestre de 2012 han caído los hechos delictivos un 5,44%
respecto al mismo periodo del año pasado.
En 2010 los hechos delictivos cayeron un 1,75%, y este 2011 la caída
fue de un 4,81%, con un índice de resolución de este año de más de un
24%.
En total, se practicaron 23.000 detenciones y 40.000 imputaciones,
además de que los mossos actuaron en 186.000 incidentes y más de 1.500
manifestaciones, y que acudieron a la oficina de denuncias 219.000
personas.
Durante el Día de les Esquadras se han entregado 641 felicitaciones a
agentes de la región y 34 a personas externas al cuerpo, además de
entregar el I Premio de relato breve Ramon Martí a Irene Alcaide, por
su obra 'Mirall esverlat'.
Font: EUROPAPRESS, 17/04/2012
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